LA APARICIÓN DE BEATRIZ- «extraños relatos»

Beatriz,profesora de bailes de salón, había fallecido a los veinticinco años,cuando la vida le empezaba a  sonreír ;un accidente de trafico  la alejo de su hermana Palmira, dejando en ella una huella de tristeza y desolación. Palmira no podía soportar escuchar la música y mucho menos, ver bailar tangos;los  recuerdos… las fiestas que había disfrutado con Marina, la acosaban.Su soledad la soportaba alejándose de todo el  pasado, que la martirizaba.

El viento soplaba fuertemente, arrastrando las hojas de los árboles,transformando el paseo en una alfombra ,que a simple vista parecía creada a propósito, mezclando diferentes tonalidades de ocres, amarillos,rojos.                                                                               Palmira  aceleraba el paso obsesionada por llegar a casa, la oscuridad y el silencio de las calles producía en ella, cierta inquietud,llego al portal casi sin respiración,las llaves temblaban;resbalaron de sus  manos, produciendo un tintineo contra el suelo,sintió de repente que alguien,en el silencio , se las entregaba,estaba tan  asustada y nerviosa, se limito a cogerlas,sin  mirar ¿quien era la persona, que estaba detrás de ella?, su boca no podía articular palabra,los nervios … deseosa de atravesar la puerta, se concentro en la cerradura; después de varios intentos consiguió abrir y atravesar corriendo el portal;de reojo, vio una sombra tras ella.

Se dirigía al ascensor,   decidió precipitadamente, subir por la escalera.

Sus propios pasos sonaban secos contra los escalones…el corazón se le aceleraba,y el deseo  de abrir la puerta de casa. Pero los nervios la traicionaron y al pasar junto a su trastero, decidió refugiarse allí . El llavero,  muy completo de llaves… esta vez parecía ofrecerle, la idónea ,sin tener que buscar mucho, la llave se  adapto a la cerradura,abriéndose de repente; se sintió segura, respiro profundamente cerrando  de un portazo,encendió la luz, corrió el pequeño cerrojo interior y se tiro como si de un saco de patatas se tratase ,encima de un desvencijado sillón , cerro los ojos y se concentro en la respiración, el olor a polilla mezclado con otros olores,le  llegaba remotamente.

En un amanecer extraño,la luz del sol se colaba lentamente,por la pequeña trampilla del respiradero, que se encontraba a una altura considerable, muy alta y medio cerrada, Susana se subió encima de unas cajas de madera , intento en vano abrirla ,sus bisagras antiguas estaban pegadas,logro asomar una parte de su cabeza; desde un primer piso, solo podía ver la calle de enfrente, solitaria, y esa soledad se alineaba a su estado de animo ,produciendo cierta tristeza .Desde la altura podía observar con mas detalle, la estancia, pequeñas cosas…cuadros antiguos, adornos, y sombreros que pertenecían a la moda de otro siglo;recordó algunas pamelas que había visto lucir a su abuela, incluso a su bisabuela, en fotos antiguas e inolvidables.

Las puertas de los armarios se mantenían medio abiertas, casi a punto de explotar, gran cantidad de ropas ,muy ordenadas en bolsas aparecían apiladas,deseosas de apoderarse del espacio exterior, estanterías repletas  de libros,  colecciones de aventuras, llenas  de polvo,esperaban tal vez que unas manos acariciaran sus páginas,sus dibujos y letras, añorando miradas…

Sus pies resbalaron y fue a caer encima de una goma de regar ,plegada,enrollada sobre si misma;todo le daba vueltas…vio una sombra delante de ella, y se vio a si misma atravesando entre burbujas un pasadizo;en un rincón, un tocadiscos antiguo ,que asombrosamente por si solo,deslizaba  suavemente la manilla,dejando la aguja   resbalar por un lp; la música,increíblemente   sonaba en todo el edificio,tomando  posesión del antro y… por un momento,Palmira sonrió.El sonido de la música, transformaba  la  mediocridad del cuarto.

Palmira pudo ver dos marionetas,en un rincón,  parecían bailar,  moviéndose al compás del viento,  que entraba a raudales por el respiradero; era la reproducion  de dos chicas ,vestidas de fiesta,una copia exacta de un cuadro   enorme, enmarcado en dorado, colocado  sobre la pared,llamando  la atención; en la foto ,su hermana Beatriz  y ella,posaban vestidas de fiesta, en una noche inolvidable,   hacia algunos años,bailando un tango. La pared llena de telarañas mostraba luces y sombras.

 Palmira  se acerco para mirar con detenimiento y pena  los detalles. La puerta se abrió de par en par, y apareció su hermana. De repente el antro se transformo en una sala de baile, Beatriz y  Palmira  vestidas de fiesta, marcando los pasos, los que ella ,Palmira había querido aprender sin conseguirlo. Las marionetas,se movían al compás de la música ; de pronto la sala se lleno de gente, por la ventana, el sol les recordaba que iba amaneciendo. Fue entonces cuando llamaron a la puerta, los gritos sonaban en todo el edificio .¡Abran¡ ¡Abran la puerta¡ ¡policía¡ tiraron la puerta a patadas. En un rincón Palmira ,parecía agonizar, sin conocimiento ,envuelta en sangre, que manaba de   una herida abierta en la cabeza. Mientras que la llevaban en la ambulancia, desde el portal se escuchaba la música de un tango,y dos marionetas bailaban en el fondo de la habitación ,que permanecía en el misterio.

Palmira abrió los ojos buscando a Beatriz . Al principio no entendía que había pasado;después,en la soledad del atardecer, vio la sombra asomarse por la ventana,era una sombra con luz ,que se iba volviendo nítida, mostrando el rostro de su hermana, con una sonrisa abierta, le enviaba besos con la mano . Entonces comprendió que su hermana Beatriz , desde otros mundos, otros paisajes, le había regalado el mejor sueño de su vida.Y sin poder articular palabra, sus labios susurraron. La vida es una oportunidad para ser felices. Elssa Ana