El paseo de la feria, había tomado posesión de la vida; de los pasos… miles de personas iban y venían, entre la música, formando grupos en torno a la noria,que agitaba enormemente el aire a su alrededor, bamboleando las melenas de las chicas,que imbuidas en sus sitios, sentadas con el cinturón de seguridad ceñido a sus cinturas ,se mecían entre los gritos ,que sonaban estrepitosamente en el vacío, y las risas…El olor a chorizo frito y morcilla,a diferentes especias…llenaban el espacio, dando esa mezcolanza de olores…aromas de diferentes perfumes que se exhibían en frascos,a la altura del suelo, entre cientos de cosas mas… hacían que el ambiente resultara muy atractivo, transformando todo a nuestro paso; las miradas perdidas ,buscando y encontrando mil formas sensoriales que añadir a las que ya de por si, aparecían cotidianamente, y que …ahora por fin simulaban confabularse a nuestro favor, la música elevaba nuestros sentidos…y el mundo parecía dejar de existir, para transformarse todo en un sueño, una experiencia única.
Me fui adentrando entre la gente que hacía corrillo, empujando suavemente a unos y otros… con discreción ,algunas caras me miraban enfadadas ,por mi intromisión;observaba todo con curiosidad; imaginaba un juego, algo que atraía a las masas por su absurdez , buscaba y buscaba el motivo, cada paso que daba me parecía una eternidad, nunca llegaba a encontrar el sentido de las sonrisas que al mismo tiempo, afloraban en las personas que me rodeaban, niños, ancianos, chicos y chicas de distintas edades…por fin llego un gran aplauso y pude ver un muchacho de unos veinte años, agitando el sombrero,saludando, girándose en circulo sobre sus talones, sonriendo a ese publico que ahora le aclamaba doblemente.
Me empine todo lo que pude ,sosteniéndome apoyada en una silla. Fue entonces…no salia de mi asombro. Era una pintura maravillosa,sobre el suelo el dibujo perfecto, una obra atractiva como ninguna, sus colores…me robaban el aliento ,me sentí flotar entre las masas ;salí corriendo atravesando el circulo,las monedas se amontonaban sobre un pequeño plato, a sus pies. En mis prisas por contemplar su obra ,choque contra algo que me hizo detenerme. Mis pies se paralizaron ante una banqueta,levante la cabeza y vi sus ojos de mirada profunda ,se adentraron en mi durante unos segundos, que parecieron eternos…
los paisajes de sus cuadros en sus pupilas se regalaban mucho mas esplendidos, la exquisitez de esa mirada que se pego a mi, en una tarde de septiembre, un atardecer lleno de magia. El verdadero arte en las calles…Han pasado muchas ferias, he tratado inútilmente de encontrar el mismo cuadro, con los mismos colores, ofreciéndose sobre las baldosas del paseo de la feria ,he visto muchos…pero no estaba el suyo. He tratado de encontrar esos ojos, a la persona que pertenece esa mirada. El chico se perdió como por arte de magia,entre las multitudes…la mirada permanece intacta en mi corazón. Desde entonces…cada feria la vivo con intensidad, en esa búsqueda… El misterio del descubrimiento le añade belleza a la espera. Elssa Ana