La nieve se asoma discretamente , me vuelvo pequeña .En mis pensamientos aparecen por arte de magia estos recuerdos especiales ,escritos con letras de colores ,sonrisas de las personas mayores ,mis padres ,mis vecinos , frases de mis hermanas y amigos . Secuencias… Mi madre avisándonos !nieva ! !nieva! y nosotras corriendo descalzas hacia la ventana , mirábamos absortas los tejados cubriéndose poco a poco de color blanco ,mientras ligeros copos de nieve ,como algodón, caían suavemente sobre las ramas de los almendros, transformando el paisaje…Deseosas de descubrir la blanquecina ciudad , la curiosidad en nuestros ojos ,salíamos a la calle completamente abrigadas ,como si fuéramos esquimales .El chasquido de nuestras botas al pisar esa masa de nieve , el dibujo de nuestras pisadas , las miradas y risas de complicidad nos trasladaban a una especie de juego que parecía no tener fin , en la distancia las voces de los chiquillos de la calle ,que se lanzaban mutuamente bolas de nieve ,creando una guerra de gritos carreras y risas ,mientras nosotras veíamos peligrar nuestras cabezas ,nos alejábamos de ellos tratando de patinar deslizàndonos sobre bolsas de plástico .Miro de nuevo la nieve .Es un regalo
Mi pasado ofrece guiños de complicidad a mi presente .Hoy me visto de esquimal y salgo a la calle ,es maravillosa la sensación de pisar la nieve ,me siento viva , acelero el paso por el frió. Un buen café con leche caliente ,y una tostada me esperan .Mi alma se llena de distintos rostros,y nombres que forman parte de mi .Una inmensa alegría llena mi espacio .El suelo completamente blanco , serviría de fondo , para pintar un cuadro de paisajes primaverales .
Ana Molina López