—————–ENCUENTROS———

Lentamente, el frescor del amanecer iba dejando paso al asfixiante calor de agosto,que al mediodía, transformaba el paisaje en un desolado desierto.

               La vida se ralentizaba entre callejas…

   A través de los visillos ,veía pasar algunas personas.                    Andaban a prisa ,acelerados por refugiarse bajo las sombras de algún parasol ,que en la plaza había servido antes para proteger pequeños puestos de fruta o pescado.

    Los arboles frondosos se mantenían erguidos,retando al sol ,con valentía .Persistiendo en mantener la armonía del paisaje.

                       

  Pero ni el mágico entorno  podía apartar de mi , la presencia de su sombra;su mirada huidiza,sus gestos cobardes, frente a mi valentía. Disfrazaba mi dolor con una firmeza  asombrosa ,entre sonrisas…mis pensamientos…deseos inalcanzables  de abrazarnos y hablar sin rencor.

Todo el pueblo lo sabía. Era mi padre ,lo odiaba y lo amaba a la vez. Esperaba su aceptación que nunca llego.

Yo era su hijo entre silencios y voces… Su castigo fue que eramos como dos gotas de agua,que surgieron en diferentes épocas .Nos encontrábamos casi a diario, en el mismo pueblo,transformándolo todo en un  laberinto sin salida.  Elssa Ana